VERÓNICA BAPÉ
Ciudad de México, 1981. Su trabajo es una relación de elementos y conceptos construidos con referencias artísticas e histórico socio culturales.
Se enfoca en el pensamiento mágico y religioso de las comunidades, investiga temáticas relacionadas a las creencias que estructuran una sociedad. Rituales, mitos, leyendas, diferentes concepciones de la muerte, fantasmas, retratos antiguos, son elementos que conforman su obra.










"ABUNDANTE COSA"
Artista interesada en la incesante simultaneidad entre la presencia y la ausencia en que se construye la realidad. Aquel movimiento pendular, señalado por Roland Barthes en el Grado cero de la escritura, que expresa un gesto definitivo: el lenguaje devela el mundo, pero también lo oculta. De forma semejante, Bapé ha dicho respecto de su práctica: “¿Qué busco? Resolver algunas preguntas que tienen que ver con aquellas cosas que se encuentran escondidas dentro de lo visible...” Lo cual se traduce en un ejercicio por leer el mundo a través de la franja que va del testimonio al recuerdo, para así exponer el espectro entrevisto que media entre la imagen y la visión.
Abundante cosa es la remembranza de un relato anegado por la neblina, como sucede en la prosa de Sergio Pitol, o por el resplandor, como ocurre en la poesía de San Juan de la Cruz, de lo inefable. Es el relato en primera persona de un único testigo, la artista misma, transitando la abundancia y el misterio de la selva durante la noche. Aunque quizá sea exagerado decir relato y convenga más hablar de una estampa difusa o un nombre errante. Sea de un modo u otro, empleando óleo sobre cera o hilo sobre fieltro, la intención de la artista es la misma: afirmar su memoria ante el asedio de lo inconmensurable, que es otra forma de transitar la oscuridad y el silencio. Verónica Bapé así lo apuntó: “Ví la selva / Toqué su abundancia en la oscuridad de la noche / Pero no pude sostenerla y me perdí. / Anduve a tientas, sin certeza. / Yo ví la selva."
Christian Barragán