México, 1975. Estudia la licenciatura de antropología social en la UAEM, posteriormente se forma en las artes visuales y arte contemporáneo en cursos y talleres en Ciudad de México y España.
Ha expuesto su obra individualmente en Alemania en la Embajada de México de Berlín 2012, en España en el Instituto de México de Madrid 2011 y en la NEG-POS Galerie, Francia 2011.
Sus proyectos están soportados en el performance, arte-objeto, instalación, video y la fotografía, actualmente residente en Ciudad de México.
Rive Díaz Bernal utiliza como título Obsolescencia valorada, haciendo referencia a la obsolescencia programada, de los aparatos tecnológicos, que cada día lleva una vertiginosa carrera y una corta vida funcional, pero planteando exactamente todo lo contrario, haciendo un homenaje y valoración a los aparatos electrónicos, como iconos y símbolos de modernidad, objetos de estatus social.
La piezas que componen esta propuesta, intentan darle una segunda oportunidad, un reconocimiento simbólico, construido a partir de las múltiples lecturas a cada objeto y jugar con las autoprotecciones de cada espectador. Se busca hacer una lenta contemplación y reinterpretar ese valor perdido, que las propias marcas y empresas fabricantes nos hacen sentir un día encima y a los pocos años o meses, en un nivel inferior.
Las piezas también buscan revivir y evidenciar la relación física entre objeto y el usuario, por medio de intervenciones, volvemos a la vida a esos objetos que llenaron alguna vez un fragmento en nuestras vidas y que hoy forman parte de nuestra construcción mental y la percepción del mundo que nos rodea.
Un ejemplo es el disco de vinilo, le damos vueltas una y otra vez, el sonido realmente se puede ver y tocar con las manos, en sus canales y pistas se puede ver físicamente la música, el tiempo, las pausas, el inicio y el termino de cada canción, considero es el ultimo eslabón físico del sonido.
Se nos ha olvidado que el sonido se puede tocar, es por ello que se plantea un ejercicio gráfico donde se muestra el movimiento que es necesario aplicar al objeto para escuchar las siguientes canciones, aunque parezca sencillo, pero para algunas personas sobre todo de las nuevas generaciones, jamás han tocado un disco de vinilo, ya no en un aparato de sonido, sino físicamente.