JAVIERA DA FONSECA
Santiago de Chile, 1982. Su trabajo se basa en la concepción del arte como un canal que nos conecta a la fuente originaria de vida y a nuestro ser espiritual. Sostiene que tanto la naturaleza como su representación/reinterpretación es capaz de elevar nuestro estado de consciencia y hacernos experimentar en distintos grados unidad. Sus pinturas e instalaciones buscan develar esos estados a través de una constante experimentación cromática y el entendimiento de la carga simbólica de cada color, abordando el paisaje como un intermedio entre lo terrenal y lo onírico, desde una perspectiva latinoamericana.




"PANORÁMICA MAYA"
Llega un punto en que la naturaleza nos muestra de manera exacta y directa los portales de conexión cósmica. Al igual que para los mayas, la observación del cielo, la astrología, las predicciones, canalizaciones, las ceremonias y rituales son de gran importancia en este cuerpo de obra aquí exhibido.
Abordando la realidad y la materia como vibración pura, formas de onda, campos electromagnéticos y sonido, la artista trabajó en la representación casi de un mismo lugar geográfico en la península de Yucatán: Tulum *“el lugar del resurgimiento”, vortex energético, lugar de aguas sanadoras: cenotes, manglares, ríos subterráneos, lagunas, y mar. Actualmente escenario del desarrollo de una comunidad eco consciente y espiritual. tal cual como el significado de su nombre acá “surge” la utopía de una humanidad planetaria iluminada. el siguiente nivel…
Javiera enaltece este lugar sagrado y su naturaleza, a través del medio pictórico de la pintura retratando lugares que fueron asistidos en ceremonias, ritos, celebraciones y que manifiestan lo sobrenatural, un aura de no familiaridad, escenarios fugaces que pareciesen estar detenidos en el tiempo o entre dimensiones. Pictóricamente hay una labor en contraponer la luz con la obscuridad, presentándose esta última con mayor fuerza que en trabajos anteriores, un vuelco hacia el interior, manifestando estados de ánimos alternos.
Sus colores son saturados, aunque diluidos, creando con ello una atmósfera vital entre ritmos y coloraciones. Un campo de color abrasivo, pero también distante. Su pintura, así, combina la experimentación del medio junto con la expresividad cromática cuando se dispersa en figuraciones naturales y místicas.
Por otro lado, se exhibe una pintura titulada “after party”, que refiere a un rincón de la última casa que habitó la artista en Ciudad de México antes de trasladarse a la Riviera Maya, en la que se retrata un amanecer después de una fiesta, donde las hojas reflejan una pálida luz y la blancura de las plantas habla. Esta obra sobresale al resto siendo una antesala de todo lo venidero.
Pablo Olvera Mateos
* “Tulum viene de la palabra tuul, brotar o surgir, salir, rebosar, la palabra se emplea para un corriental de agua que sale de la tierra. Por todo ello traducimos Tulum como el lugar del resurgimiento. El sitio es asociado por los Mayas modernos con el retorno de su antiguo poder, que vendrá acompañado de grandes transformaciones.” Extracto del libro “Tulum el lugar del resurgimiento” de Marco Antonio León Diez.





