JAVIER AREÁN

(Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte)

Ciudad de México, 1969. El trabajo de Areán explora recuerdos, memorias y eventos signi cativos, con el n de experimentarlos, reivindicarlos, apropiarlos y representarlos a través de su obra. Partiendo de la documentación e investigación como una estrategia interdisciplinaria, su trabajo deriva en un cuerpo pictórico y conceptual que profundiza en procesos internos individuales y colectivos.

"MEMORIA EPISTOLAR / ESPACIO TRANSITORIO"

La labor artística de Javier es un ejercicio de recolección y búsqueda de imágenes en una época en la que asumimos que todas las fotografías del mundo pueden descargarse en internet, una aseveración completamente falsa, porque hay muchos archivos que no se han digitalizado, álbumes que se resguardan como tesoros familiares y propiedades tan íntimas como las tarjetas postales que se conservan durante muchos años hasta que llegan a un mercado de antigüedades y se venden por lote a los curiosos.

Al respecto, Memoria epistolar/ Espacio Transitorio es un ensayo sobre la relación de la memoria y el espacio -que forma parte de un proyecto a largo plazo titulado 9 ensayos sobre la memoria desarrollado gracias al Sistema Nacional de Creadores del FONCA- que parte de la idea del autor de que las postales representan un espacio que existe en la mente de las personas, como experiencias que desean que permanezcan y que desean compartir. Su búsqueda se centró entonces en tarjetas cuyas palabras contenidas refirieran directa -o cercanamente- al lugar mostrado en su reverso generando una conexión íntima y personal. Estas tarjetas eran enviadas por correo sin un sobre, expuestas que cualquier persona leyera su mensaje por lo que su propia existencia supone una ruptura de la barrera entre lo público y lo privado.

“En este proyecto me apropio de pequeñísimos fragmentos de la memoria de otras personas que yo no conozco y que seguramente nunca conoceré. Son personas anónimas a las que he estado conociendo a través de estas postales. Me gusta pensar que el pequeño fragmento de lo que puedes ver en la postal es también equivalente al pequeño fragmento de la memoria de lo que está escrito”.

La apropiación pictórica de la imagen fotográfica es otra característica del trabajo de Areán, y es inevitable preguntarse ¿por qué resignificar una fotografía a partir de la pintura? ¿cuál es el valor que adopta la imagen ante esa práctica de representación?

Está práctica ha sido común entre los pintores de este siglo y del pasado, como el artista belga Luc Tuymans quien se apropia de documentos e imágenes mediáticas para inmortalizarles en el lienzo, “yo creo que la fotografía tiene su propio lenguaje y algunas fotografías que parecen insignificantes o banales, al convertirse en pintura cobran un significado que puede ser mucho más profundo” comenta Areán.

En el caso de las postales que forman parte de Memoria epistolar/ Espacio Transitorio esta resignificación es clara, porque el artista ha “cancelado” a propósito su función original al montarlas sobre una base impidiendo que el espectador vea ambas caras y sea la pintura la que acompaña al mensaje escrito. “Los veinte dípticos presentados por el artista están compuestos por la parte epistolar original de la tarjeta postal, dispuesta bajo la reproducción pintada del paisaje fotográfico oculto” escribe Michel Blancsubé, curador de la muestra.

Para Javier Areán es importante que no podamos llegar a su fuente original para que la pintura sea nuestro único recurso visual. Además es importante mencionar que la pintura de Javier es figurativa, más no hiperrealista, a veces cambia los colores, agrega o aísla elementos de la imagen original y a través de eso la convierte en propia. No le interesa que la pintura sea idéntica a la fotografía, se centra en la mutación de su valor simbólico y lo que aquella imagen significó para alguien.